Érase una vez en un jardín encantado donde las plantas hablaban y bailaban al compás del viento. Los niños, curiosos y llenos de energía, se adentraban en este mágico lugar para descubrir los secretos que las plantas tenían para contarles.
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Érase una vez en un jardín encantado donde las plantas hablaban y bailaban al compás del viento. Los niños, curiosos y llenos de energía, se adentraban en este mágico lugar para descubrir los secretos que las plantas tenían para contarles.